Investigadores dan nuevo paso en estudio células madre

Un grupo de investigadores que intenta descubrir una forma segura de convertir células comunes de la piel en un tratamiento poderoso de células madre informó el jueves que dio un nuevo paso, al usar un químico para transformar parcialmente el material orgánico.

El equipo del doctor Kevin Eggan, del Instituto de Células Madre de Harvard, indicó que su experimento facilita la transformación de células comunes en lo que se denominan células madre pluripotentes inducidas, o iPS, que tienen el poder de convertirse en cualquier tipo celular del cuerpo.

"Esto demuestra que estamos a mitad de camino y lo destacable es que recorrimos la mitad del trayecto con sólo un químico", indicó Eggan en un comunicado.

El objetivo es tomar una muestra pequeña de piel o sangre de un paciente, reprogramar las células en iPS, cultivar un lote amplio de ellas y usarlas para desarrollar células cardíacas, sanguíneas, nerviosas o, quizá algún día, órganos enteros para tratar enfermedad.

Estarían diseñadas especialmente para el paciente, no requerirían fármacos inmunosupresores para su aceptación. Este tipo de células además sería útil para estudiar la enfermedad de un paciente en el laboratorio.

Las células madre son el material maestro del cuerpo, que da lugar a todas las demás células. Días después de la concepción, un embrión está formado por poderosas células madre que pueden desarrollar cualquier tipo celular.

A medida que el embrión crece y se desarrolla, esas células se diferencian y pierden esta enorme flexibilidad, al convertirse en material muscular, óseo o nervioso del cuerpo.

Los científicos están buscando recapturar ese poder que tienen los embriones humanos sin tener que acudir al uso de ellos y su posterior desecho, debido a las controversias que genera el tema.

Un camino alternativo es crear células iPS, pero el método más confiable para esto requiere el uso de virus para transportar los genes transformadores a las células. La preocupación es que los virus puedan contaminar los lotes celulares resultantes.

El equipo de Eggan halló un químico que reemplaza dos de los cuatro genes transformadores, conocidos como cMyc, Sox2, Oct4 y Klf4.

"El químico reemplaza los dos genes de maneras diferentes, en momento distintos del experimento. Las pruebas se realizaron no sólo para descubrir el químico, sino para explicar cómo funciona", añadió el experto.

Los científicos nombraron al químico RepSox, en honor al equipo de béisbol de Boston Red Sox y a un juego con el nombre de uno de los genes.

Fuente: reuters

Costa Rica procura crear banco de células madre

Laboratorio pertenecería a CCSS y sería regulado por Ministerio de Salud.

Propósito es almacenamiento de células y estudio de nuevas terapias.

Costa Rica tendría un banco nacional de células madre adultas que se encargaría de almacenar estos tejidos y de administrar los laboratorios en los que se diseñen y apliquen las terapias que se realicen con ellos.

La creación del banco se incluye en un proyecto de ley que lleva más de cuatro años en la corriente legislativa y que se estudia en la Comisión de Derechos Humanos.

La iniciativa pasó por varios cambios, ya que al principio solo contemplaba las investigaciones y el almacenamiento de células provenientes del cordón umbilical y de la placenta, y excluía las provenientes de otras partes del cuerpo.

“Tuvimos que cambiar el nombre del proyecto y ampliarlo para incluir células madre que pueden extraerse de la grasa, de la piel o de otras partes del cuerpo humano.

“La Caja Costarricense de Seguro Social creará un laboratorio nacional que maneje los cordones umbilicales, la grasa y los procesos de extracción de las células para que se utilicen mejor. El Ministerio de Salud pondrá control en todos los bancos privados. Creemos que el proyecto será aprobado en seis meses”, dijo Carlos Gutiérrez, diputado impulsor del proyecto.

Investigaciones.

En el país se estudian dos tipos de células madre adultas: las de cordón umbilical y las de tejido grasoso.

El Hospital San Juan de Dios trabaja en un laboratorio para la extracción de células madre del cordón umbilical. Estas células son útiles en trasplantes de médula ósea y transfusiones sanguíneas.

En el Hospital Nacional de Niños se trabaja con células madre de la grasa. Se utilizan en terapias de regeneración de tejidos, cartílagos y tendones por lesiones y enfermedades, y cicatrización de heridas.

Fuente: nacion.com

Usan células madre para crear un "parche" que podría reparar lesiones cardíacas

Científicos de EE.UU. crearon "un parche" al imitar la forma en que las células madre embrionarias se convierten en tejido cardíaco en un importante paso hacia el desarrollo de "un parche" que repararía el corazón lesionado por una enfermedad.

En una presentación ante la Sociedad de Ingeniería Biomédica en Pittsburgh (Pensilvania), los científicos de la Escuela Pratt de Ingeniería de la Universidad indicaron que en pruebas con ratones ese parche se contrae y se expande y conduce las señales eléctricas como el tejido cardíaco normal.

En una serie de experimentos con células madre embrionarias de los roedores, los científicos crearon el parche con células del músculo cardíaco llamadas cardiomiocitos.

Los investigadores cultivaron las células en un ambiente similar al de los tejidos naturales.

Después las encapsularon en un compuesto de fibrina, la proteína de coagulación, el que proporcionó el apoyo mecánico a las células para formar una estructura tridimensional.

En ese proceso, descubrieron que los cardiomicitos se desarrollaban sólo en presencia de un tipo de células llamadas fibroblastos cardíacos que forman parte de alrededor del 60 por ciento de las células del corazón.

"Descubrimos que al agregar los fibroblastos cardíacos a los cardimiocitos se creaba un ambiente nutritivo que estimulaba el crecimiento de las células como si estuvieran en un corazón en desarrollo", señaló Brian Liau, uno de los investigadores de la Escuela Pratt de Bioingeniería.

"Al probar el parche, constatamos que las células se alinean en la misma dirección y pueden contraerse como células nativas. También podían transmitir señales eléctricas que hacen que los cardimiocitos funcionen de una forma coordinada", añadió.

Nenad Bursac, profesor de la Escuela Pratt, dijo en la presentación del estudio que estos experimentos representan un avance, pero advirtió de que se deben superar más barreras antes de que se llegue al implante de esos parches en seres humanos con enfermedades cardíacas.

"Aunque pudimos cultivar células cardíacas con la capacidad de contraerse y conducir impulsos eléctricos, hay otros factores que se deben considerar", añadió.

Y uno de los mayores obstáculos sería la creación de vasos capilares capaces de alimentar ese parche.

Además, indicó, se sabe que los cardiomiocitos humanos parecen crecer de manera más lenta que los de los ratones.

"Si se toma en cuenta que el desarrollo del corazón humano tarda nueve meses, necesitamos encontrar la forma de apurar el crecimiento de las células y mantener las propiedades esenciales de las células nativas", dijo.

Por otra parte, si se pudieran usar las propias células del paciente se lograría eludir la reacción del sistema inmunológico, indicó.

Fuente: agencia EFE


Crean células madre embrionarias con sangre del cordón umbilical

Su inmadurez inmunitaria facilita su reprogramación.

Científicos españoles han conseguido reprogramar células del cordón umbilical y convertirlas en células madre embrionarias, capaces de diferenciarse a posteriori en cualquier otro tipo de tejidos. Hasta ahora se habían logrado células madre pluripotenciales inducidas (iPS) a partir de piel humana. Un gran avance para así prescindir del uso de células madre procedentes de embriones. Conseguir células del cordón umbilical significa un paso más. Juan Carlos Izpisúa, investigador del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona y del Salk Institut, apunta varias ventajas: "son más accesibles, más fáciles de reprogramar e inmunológicamente inmaduras".

En el mundo hay almacenadas más de 400.000 unidades de sangre de cordón umbilical. Sus células aún contienen muy pocas mutaciones y poseen una inmadurez inmunitaria que facilita su reprogramación e incluso la compatibilidad. "Seleccionando diferentes HLAs entre las unidades de cordón umbilical ya almacenadas se reduciría significativamente el número de líneas celulares necesarias para proveer a un gran porcentaje de la población", afirma Izpisúa. Reprogramando unas 500 iPS se podrían cubrir los haplotipos del 60-70% de la población. El investigador cree que la producción a gran escala y el almacenaje en una red pública de bancos de cordón umbilical haría viable su uso clínico.

Los investigadores destacan aún más ventajas de obtener células iPS con células de cordón frente a las adultas, como las de la piel. Teniendo en cuenta que se trata de células ya maduras, acumulan daños celulares que dificultan la efectividad de esta reconversión. "Desde un punto de vista práctico y coste-efectivo este acercamiento no es factible", afirma Izpisúa. Para reprogramar las células del cordón, los investigadores han utilizado dos de los cuatro factores más comúnmente utilizados, OCT4 y SOX2, que, además, funcionaron con mayor rapidez. La revista Cell publica el estudio.

Fuente: elpais.com

Células madre 'estimuladas' para mejorar la generación de vasos sanguíneos

Científicos del MIT usan nanopartículas para introducir genes en las células madre

Al ser trasplantadas, estas células impulsaron la formación de vasos sanguíneos

La angiogénesis, o desarrollo de nuevas venas y arterias, es un paso esencial de la regeneración de tejidos y un tratamiento potencial para enfermedades isquémicas como el infarto. Un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, ha mejorado la capacidad de las células madre para generar vasos sanguíneos mediante la introducción, a través de nanopartículas, de un factor de crecimiento en su ADN.

"Las células madre son una terapia potencial para la revascularización debido a su capacidad de autorrenovación, a que son relativamente fáciles de aislar y a su habilidad para migrar hacia los tejidos isquémicos", señalan los autores de este experimento en las páginas de 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.

Sin embargo, por sí solas, no fabrican la suficiente cantidad de factores angiogénicos (los que fomentan la formación de nuevos vasos). La solución a este problema se basa en la modificación genética de estas células para que expresen estos factores. ¿Cómo? Introduciendo en su ADN el gen que los codifica.

Existen varios métodos para hacerlo. Los virus protagonizan el más popular de ellos. Debido a su capacidad para integrar su material genético en el ADN de la célula que infecta, los vectores virales son ideales para incorporar en el genoma de una célula cualquier gen pero, como contrapartida, suponen un riesgo biológico que impide su aplicación más allá de la investigación. Los sistemas no virales diseñados "ofrecen una alternativa pero se suelen asociar con toxicidad y una eficiencia más baja", explica el trabajo.

La alternativa presentada por el MIT tiene como protagonistas a los poli(beta-amino ésteres), una familia de polímeros biodegradables capaces de condensar el ADN para formar nanopartículas. Estas moléculas sirvieron de vehículo al factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), que fue introducido de este modo en el genoma de células madre de la médula ósea y células madre embrionarias humanas "con gran eficiencia y mínima toxicidad", según los autores.

Los ejemplares 'enriquecidos' de este modo con VEGF fueron después inyectados en el espacio subcutáneo y los miembros isquémicos de varios roedores con buenos resultados. En primer lugar, aumentó tres veces la secreción de este factor en los tejidos circundantes, en comparación con los controles (ratones que recibieron células madre sin modificar). Como consecuencia, la formación de nuevos vasos sanguíneos mejoró.

Aunque la eficacia de estas nanopartículas es inferior a la alcanzada con los adenovirus, "los resultados sugieren que el nivel y la duración de la producción de VEGF inducidas por estos polímeros son suficientes para alcanzar la angiogénesis terapéutica", concluye es estudio.

"Esta tecnología puede facilitar la fabricación y regeneración de grandes masas de distintos tejidos, como hueso o músculo, así como de estructuras complejas que abarcan diferentes tipos tisulares", añade.

Fuente: elmundo.es

Células madre. Ciencia, Ética y Derecho

El libro supone una puesta a punto divulgativa e interdisciplinar respecto a la realidad y expectativas relacionadas con la investigación con células madre. En primer lugar, Javier López Guzmán ofrece un panorama del estatuto biológico del embrión donde se defiende su identidad humana –al entender la vida como un continuo– y la necesidad de su protección por parte de la sociedad. En otro momento Roberto Germán Zurriaráin explica las claves filosóficas de una investigación sin desviaciones utilitaristas, acorde con la dignidad de todo ser humano, incluido el embrión.

La base biológica del tema, tratada por José Manuel García Verdugo, nos recuerda la diferencia entre las células madre adultas y las células madre embrionarias. La utilización de las primeras no presenta ningún reparo ético y ha dado lugar a múltiples ensayos clínicos –1.600 a fecha de publicación del libro–. El uso de las últimas supone la destrucción de embriones y, pese a sus mayores posibilidades de adaptabilidad, provocan tumores, rechazo inmunológico y no han conseguido todavía ningún logro médico.

En el estado actual de la investigación resalta el trascendental logro de los científicos Yamanaka y Thompson en noviembre de 2007: fueron capaces, cada uno con su respectivo equipo, de obtener células embrionarias a partir de células adultas por técnicas de retroprogramación. Tal hallazgo científico y su consolidación convierte el empleo de embriones para obtener sus células en algo desfasado.

Dentro del planteamiento jurídico nos encontramos con dos autores que mantienen algunas discrepancias. Asier Urruela Mora describe con claridad el desarrollo jurídico que ha tenido España en materia de reproducción asistida e investigación biomédica.

Respecto a las últimas leyes españolas de Reproducción Asistida, en 2006, y de Investigación Biomédica, en 2007, defiende su constitucionalidad así como su compatibilidad con el Convenio de Oviedo, de 1997, firmado por varios países de Europa, incluida España.

En cambio, Vicente Bellver Capella expone la contradicción intrínseca de la reciente Ley de Investigación Biomédica. Tal ley prohíbe la creación de embriones con fines de investigación, al mismo tiempo que permite la clonación terapéutica para producir embriones, entendiendo –sin fundamento– que estos últimos embriones no tienen la misma entidad que los obtenidos por fusión de gametos. Un último capítulo, también de Germán Zurriaráin, relata una perspectiva de la legislación internacional actual. Costa Rica e Italia figuran como los países con leyes que más defienden la dignidad del embrión humano.

El libro incluye una explicación y valoración de diversas prácticas biotecnológicas. Es Bellver Capella quien hace notar cómo el diagnóstico genético preimplantatorio supone la supresión de embriones sanos, aunque la elección para la vida de uno de ellos se haga con la buena intención de curar la enfermedad de un hermano ya nacido. Estudia también las posibles consecuencias de la investigación de la técnica en la programación genética del ser humano: la elección de “niños a la carta” y la progresiva determinación genética de nuestros descendientes.

Entre las conclusiones destaca la necesidad de una revisión legislativa acorde con las últimas investigaciones de 2007 que hacen científicamente innecesario el uso de embriones humanos para fines terapéuticos y de experimentación.

Fuente: cope.es

La India recibe pacientes para tratamientos con células madre prohibidos en otros países

Una polémica clínica de Nueva Delhi utiliza terapias avanzadas para intentar curar pacientes afectados por esclerosis múltiple, diabetes o Alzheimer.

NUEVA DELHI – En diciembre de 2007, Amy Scher, cogió un avión a la India, ingresó en la clínica Nu Tech Mediworld de Nueva Delhi y comenzó la primera fase de un tratamiento experimental con células madre. Su doctor en EEUU le advirtió sobre las consecuencias de un protocolo aún no probado, pero Scher, una californiana de 27 años, no progresaba con la medicina tradicional y estaba harta de visitas constantes a urgencias. 

Scher padece una forma crónica de la enfermedad de Lyme, que en un primer momento no le había sido diagnosticada y que provoca serios daños al sistema nervioso. Tras unos meses analizando sus opciones médicas, de hablar con diversas personas que se habían sometido a estos tratamientos en la India y de informarse sobre las terapias disponibles en su país, decidió que el sistema norteamericano no podía ayudarla. Y viajó a la India.

Durante ocho semanas le inyectaron células madre y se sometió a una intensa terapia física. La primera ronda de inyecciones del tratamiento tiene un coste de entre 20.000 y 30.000 dólares (entre 13.000 y 20.000 euros) y su seguro médico no lo cubre.

Aparente mejora

Steven Harris, el médico norteamericano de Scher, señala que actualmente su paciente “no presenta síntomas” de la enfermedad. No sabe si ha desaparecido o si simplemente está latente, pero reconoce que los tratamientos parecen haber ayudado.

Scher regresó de la India con un examen SPECT, que mide el flujo sanguíneo en el cerebro. Antes de ir allí, señala Harris, éste era deficiente. “Al final de su paso [por India], un nuevo examen demostró la normalización del flujo sanguíneo, lo que se traduce en una mejora de la función cerebral”. Scher ya no toma medicamentos estabilizadores ni fármacos para el corazón. Y el dolor crónico, constante desde el 2001, ha desaparecido.

Sin embargo, algunos científicos y expertos en células madre en Occidente sostienen que pacientes como Scher se someten a un enorme riesgo al ir a la India a recibir estos tratamientos experimentales. El problema, afirman, es la falta de legislación sobre el uso de células madre en el mundo en desarrollo.

El Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR) permite el uso de células madre –en estado embrionario- si el problema o enfermedad es considerado incurable. Pero el doctor Satish Totey, director científico de Stempeutics, una empresa de células madre, y secretario del Foro Indio de Investigación con Células Madre (SCRFI) cree que se necesita una normativa más estricta.

“No hay nada en las normativas del ICMR que en realidad se pueda considerar una normativa”, asegura. A diferencia de Occidente, la India nunca ha vivido una polémica por la manipulación o destrucción de embriones humanos, lo que se traduce en una ventaja para los doctores de esta especialidad en el país.

Sin embargo, el auge de las clínicas privadas que ofrecen terapias con células madre ha desatado un nuevo tipo de debate. Como no se ha demostrado la eficacia ni seguridad de la mayoría de estos tratamientos, los médicos cuestionan la propia existencia de este tipo de establecimientos médicos.

En el centro de la polémica está la doctora Geeta Shroff, que trató a Scher. Su férrea independencia e inteligencia la han convertido en blanco de críticas y desdén. Considerada una pionera, Shroff ha desarrollado una tecnología a través de la cual, y con el uso de sólo un embrión, puede tratar unos 600 pacientes con problemas de Alzheimer, esclerosis múltiple, problemas renales, parálisis cerebral o diabetes.

Semanas de inyecciones

La técnica de Shroff también es peculiar porque ha producido embriones de células madre sin usar productos de ningún animal. La experta las convierte en una sustancia transparente que se inyecta al paciente. Los tratamientos incluyen cuatro a ocho semanas de inyecciones con una intensa terapia física. En el caso de una enfermedad progresiva, como la esclerosis múltiple, el primer objetivo es estabilizar al paciente para evitar un mayor deterioro y, posteriormente, comenzar un trabajo de reconstrucción mediante el uso de células madre.

Cuanto mayor sea el daño, se necesita más tiempo para que las células madre comiencen la regeneración. En una enfermedad estática, como una embolia o una herida de la espina dorsal, las células madre tienen que evitar el tejido cicatrizado y formar conexiones a su alrededor. Los pacientes que vienen en busca de una “cura milagrosa” a menudo quedar decepcionados, afirma Shroff. Las células madre necesitan tiempo para regenerar el cuerpo y a menudo pueden pasar meses o años, dependiendo del problema.

La doctora Shroff comenzó su carrera como experta en infertilidad. Eso y su experiencia como ginecóloga la ayudaron a financiar sus primeras investigaciones, que realizaba en el garaje de casa. Así también aprendió sobre los embriones y las células madre.

Lleva nueve años tratando pacientes y afirma que nadie ha tenido efectos secundarios. Varios pacientes accedieron a enseñar sus informes médicos, mostraron cómo podían mover los dedos del pie que hace un tiempo no tenían sensibilidad, y compartieron detalles de su paso por la clínica, incluyendo las quejas por la comida. Sin embargo, la comunidad científica mantiene su escepticismo.

Fuente: lainformacion.com

Expertos mundiales analizan en Coruña tratamiento del cáncer con células madre

A Coruña - La sede de la Fundación Caixa Galicia de A Coruña acogió hoy la primera jornada del II Workshop sobre células madre cancerígenas, dedicado este año a los tumores y enfermedades del Sistema Nervioso Central, que concentra a los principales investigadores internacionales de esta vía de estudio oncológico.

Este encuentro, organizado por segundo año consecutivo por el Servicio de Oncología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), intenta abordar dos vías de estudio, como son la "malignación" de las células troncales en los tumores del sistema nervioso central y el papel de las células madre en la medicina regenerativa.

Los miembros del comité científico Luis M. Antón Aparicio, Carmen Ramírez y Ángel García Martín destacaron en un encuentro informativo la importancia de identificar las células madre que inician los tumores, ya que estudios recientes han demostrado que son más resistentes a las terapias tradicionales.

En este sentido, en la primera jornada los expertos se han centrado en analizar los avances en el conocimiento del glioblastoma multiforme que, a pesar de su baja incidencia respecto a otros tipos de cáncer, es el tumor cerebral más agresivo y una de las principales causas de muerte por cáncer en personas jóvenes y de mediana edad.

La jornada de mañana, con la que se cerrará el encuentro, abordará el papel de las células madre en la medicina regenerativa de enfermedades del sistema nervioso central.

Para esta cita, investigadores de primera fila analizarán la importancia de las células madre en el tratamiento de enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer.

Algunos investigadores españoles están trabajando en esta vía y se cree que las células madre podrían suponer, en un futuro cercano, una oportunidad para desarrollar estrategias terapéuticas individualizadas para este tipo de enfermedades.

Asimismo, en la jornada de mañana se analizará del papel de estas células en las enfermedades de la hipófisis -glándula que rige el sistema hormonal y que puede ocasionar trastornos hormonales, visuales o neurológicos- o en la regeneración auditiva.

Fuente: abc.es

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