Jaime y Victoria, dos adolescentes de 13 y 14 años, respectivamente, han recuperado su rostro y también la normalidad en sus vidas gracias a unos implantes de células madre procedentes de su propia grasa abdominal. Es la primera vez en Europa que se utiliza el poder regenerador de las células madre para tratar malformaciones faciales graves.
Los dos jóvenes, afectados por el síndrome Parry-Romberg -una rara enfermedad degenerativa que afecta únicamente a entre tres y cinco personas por cada 100.000 habitantes-, sufrían desde hace años importantes deterioros en los rasgos faciales.
La técnica que les ha devuelto sus caras, es, aparentemente, sencilla -una simple extracción de grasa al estilo de una «liposucción convencional», la depuración de la misma y un posterior injerto de células madre con tejido adiposo en las zonas afectadas-, y mínimamente invasiva. Otra de las ventajas es que no hay apenas cicatrices, según explicó a ABC el doctor Joan Pere Barret, jefe de la Unidad de Cirugía Plástica del Hospital del Vall d´Hebron de Barcelona.
Los adolescentes, intervenidos en febrero, han recuperado el volumen en las zonas dañadas y la movilidad facial. Las técnicas podrían aplicarse en un futuro a pacientes con quemaduras severas o con distrofias por el VIH.
Fuente: abc.es
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